Harley-Davidson evoca espíritu yanqui por los cuatro costados; eso es algo impepinable. Y tiene sentido porque la marca nació en Milwuakee, casi en pleno corazón de los Estados Unidos. Sin embargo, sus fundadores no eran tan americanos. Más bien europeos.
En cierto modo se podría decir que la empresa yanqui tiene sus raíces en Europa. Las generaciones de padres de los fundadores posteriores provienen del centro de Inglaterra y Escocia, y su antigua casa está en peligro. Una casa con historia que merece la pena conocer.
Unos cuantos de miles de dólares pueden salvar a esta mítica casa de la ruina
Los padres de los fundadores de Harley-Davidson nacieron en Netherton Cottage en Aberlemno, en el centro de Inglaterra y Escocia. Bajo el techo de una casita de piedra muy acogedora nació William C. Davidson en 1846. La familia Davidson vivió allí hasta 1857, cuando emigraron a Estados Unidos, dejando todo atrás.
Los Davidson llegaron a la tierra de la libertad en 1857, concretamente a Wisconsin. El padre encontró trabajo como carpintero en una empresa ferroviaria. Allí, la familia Davidson era vecina de Harley. A William Davidson siempre le gustó todo lo mecánico desde temprana edad y siguió a su padre al ferrocarril.
Así que los hijos de William, Arthur, Walter y William A., junto con William S "Bill" Harley, fundaron una empresa en 1901, que en 1903 consiguió su primer taller, "The Shed", en la propiedad de Davidson. Todo por impulso del padre William, el escocés que un día puso en pie una cabaña de piedra que ahora está en peligro.
La casa tiene su propia historia. Está a 32 kilómetros de Dundee, en Escocia. Ahora mismo está a la venta por la friolera de 320.000 libras esterlinas. Desde que los Davidson marcharon de allí, la casa se ha mantenido como un lugar de culto.
De hecho, en 2008 un fanático y friki de la marca de motos la compró y restauró al completo. Incluso quedan objetos como una vieja estufa y un horno originales de la familia. En 2012 se renovó por completo, y pasó a ser un alojamiento para los fans de la marca de motos, que peregrinan y hacen noche allí. Tiene un buen garaje y 200 metros cuadrados.
El problema es que desde mayo de 2021 nadie ha querido comprar la casa, y está vendida a su suerte. El propietario dispuesto a vender solo tiene ofertas que implicarían la demolición. Así que han puesto en marcha una organización benéfica con el objetivo de comprar y preservar la cabaña, y solo les faltan 55.000 libras para hacerse con ella. El problema es que solo quedan dos meses de financiación colectiva.
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