La icónica marca americana de motos suma las siglas ST (Sport Touring) en dos de sus modelos emblemáticos y a la Low Rider, descargando un plus de deportividad y potencia nunca vistos en los segmentos 'touring' y 'cruiser' de la marca.
Las nuevas mellizas de la marca prometen sensaciones fuertes. Ambas cuentan en la parte ciclo con la solvencia del chasis Softail mientras el músculo lo aporta el motor V-Twin Milwaukee-Eight 117, esto es 1.923 cc que entrega 105 CV en las 5.000 rpm con un par motor máximo de 168 Nm en las 3.500 vueltas. Mientras la Low Rider S sigue escalando en su concepción hacia la deportividad (la versión 2021 el motor de 114 pulgada cúbicas), por su parte, la nueva Low Rider ST ofrece además la versatilidad de unas maletas rígidas y un singular carenado (inspirado en la legendaria Harley-Davidson FXRT de los años 80) anclado directamente al chasis, concepciones muy en la onda del denominado estilo West Coast.
Frente a la versión S, Low Rider ST cuenta con un monoamortiguador trasero más alto (13 mm más de recorrido de amortiguador, 25 mm más de recorrido de la rueda trasera y 19 mm más de altura de asiento) que eleva la parte trasera de la moto y aumenta el ángulo de inclinación en más de un grado, para mejorar el rendimiento dinámico. Lo que se traduce en una mayor confianza a la hora de inclinar en las curvas.
A este provocador estilo robusto y oscurecido, con el negro como absoluto dominador de todo el conjunto junto a algunos toques en bronce oscuro mate (fíjese qué llantas) se suma un sistema de audio de alto rendimiento diseñado específicamente para ella por Rockford Fosgate para obtener el mejor rendimiento y un ajuste perfecto dentro del mismo. El sistema incluye un compacto amplificador de 250 vatios con tecnología de procesamiento digital de señales (DSP) y un par de woofers de 5,25" y dos tweeters independientes con conexión a dispositivo móvil mediante Bluetooth para reproducir audio almacenado o en streaming (Spotify, por ejemplo).
Tanto la Low Rider ST como la versión estándar llegarán a los concesionarios para el comienzo de la temporada, a finales de marzo, con un precio que parte de los 23.500 euros y 22.000 euros, respectivamente.
¡Atención a las nuevas Street Glide ST y Road Glide ST!
Junto a estas dos Low Rider, la legendaria marca americana ha lanza dos modelos que, si bien parten también de dos existentes, cuentan con suficiente cambio como para ser catalogados como nuevos sin duda alguna.
Se trata de dos versiones, las Street Glide ST y Road Glide ST que, bajo esas siglas 'ST' (Sport Touring), aportan más músculo y prestaciones a las grandes monturas de la marca. El anterior motor Milwaukee-Eight 117 se sube en estas con su refrigeración mixta de aceite/aire que logra hasta 172,2 Nm de par a 3.750 rpm con una potencia que ronda los 103 CV, para colocarlas en el peldaño superior de sus hermanas de familia.
Street Glide ST llega impregnada de negro: frontal, mandos, motor y escape. Las únicas partes brillantes son los tubos de los empujadores de válvulas, las tapas de los taqués y las aletas mecanizadas de los cilindros. El acabado en bronce mate (como las Low Rider anteriores) de las llantas Prodigy de fundición de aluminio, la banda de color de la caja inferior de balancines, los medallones de la tapa de distribución y de la admisión y el gráfico clásico del depósito proporcionan un mínimo pero claro contraste con los acabados oscuros. Frente a la versión 'no ST', el guardabarros delantero se ha recortado y las maletas son de longitud estándar no las largas de la Street Glide Special. El Heavy Breather (entrada de aire), con el elemento del filtro de aire expuesto hacia delante, refuerza el estilo de las prestaciones.
or su parte, la Road Glide ST parte con algo de ventaja. A la circunstancia de ser probablemente el modelo más duro de la marca en cuanto a look con su morro de tiburón anclado al chasis, cuenta ahora con un plus de actitud proyectado desde la versión de competición Screamin' Eagle Factory, ganadora del campeonato King of the Baggers, respaldada por la potencia del ya mencionado motor Milwaukee-Eight 117.
A este distintivo y peculiar carenado se suma un protector de motor y una consola del depósito de perfil rebajado se combinan para aportar un aspecto aún más estilizado que, sumado al nuevo asiento monoplaza (algo que comparte con la Street Glide ST, nada de acompañante, al menos de serie) deja al descubierto el guardabarros trasero junto con las maletas, que también son de longitud estándar y el también guardabarros delantero recortado. La combinación cromática es igual que la de su hermana la Street Glide ST, incluido el Heavy Breather.
Por su puesto, ambas cuentan con un equipo de sonido de primer nivel. En este caso se trata del sistema multimedia Boom! Box GTS con pantalla táctil en color, dos altavoces de 5,25" montados en el carenado y uno en cada maleta, con 25 vatios por canal para ponerle una potente banda sonora al viaje.
Las nuevas CVO para este año, el sumun de la marca
Componentes exclusivos y la decidida y obsesiva atención por el detalle repiten en los cuatro nuevos modelos 2022 de la gama CVO (Custom Vehicle Operations) de Harley-Davidson. Se trata de producciones limitadas y a tope de gama que representan sin duda la cima del estilo, el diseño y la artesanía de la marca desde que se lanzó la primera hornada en 1999.
Para este año, los modelos elegidos para formar parte de la colección CVO son la CVO Road Glide Limited (53.300 euros), la CVO Street Glide (48.400 euros), la CVO Road Glide (49.800 euros) y el triciclo CVO Tri Glide (61.200 euros) y cada uno de ellos opciones de pintura y diseños exclusivos ejecutados con máximo nivel de calidad y detalle artesanal.
"Gunslinger es nuestro socio en la pintura personalizada que ha estado añadiendo increíbles técnicas artesanales a nuestra familia CVO desde hace mucho tiempo, y nos inspiran a superar los límites, así que tratamos de hacer lo mismo con ellos", dijo Brad Richards, vicepresidente de Diseño de Harley-Davidson."Cuando la mayoría de los fabricantes están en los límites de un robot, Gunslinger puede ir con un artista que tiene la capacidad de pincelar a mano y ofrecer la raya diplomática más nítida posible. Esa técnica aplicada a mano permite obtener dos tonos muy intrincados, tres tonos, sombras de caída con aerógrafo, y realmente trasciende lo "esperado" al ofrecer un aspecto verdaderamente personalizado."
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