La marca aplica nuevas políticas internas desde el pasado mes de abril.
Cuando todo parece estar en contra Harley-Davidson nos demuestra que hay veces que lo mejor es rectificar y centrarse en lo verdaderamente importante. La marca se aparta de las políticas "Woke" y vuelve a los principios que la trajeron hasta aquí.
Harley-Davidson intenta salir de un oscuro laberinto en el que parece estar sumida desde hace meses. La última de estas batallas que libra la empresa norteamericana está relacionada con las políticas Woke, y la decisión de la firma yanqui de apartarse de este tipo de ideologías a la hora de establecer protocolos de acción en cualquier ámbito que concierne a la compañía.
Para quien no conozca aún este tipo de políticas Woke, podríamos decir grosso modo que son todas aquellas relacionadas con la llamada progresía actual. Una serie de imposiciones en las que compañías de la talla de Harley-Davidson deben, supuestamente, plegarse ante ellas en pro de los intereses de la ciudadanía, en especial de aquellos grupos que, por razón de sexo, raza o religión, no tienen las mismas oportunidades que el resto. Nada más lejos de la realidad.
Esto se traduce, en cristiano, en que el establishment que forman la política e infinidad de grupos de presión, termina condicionando el funcionamiento de cualquier marca o empresa. Es de obligado cumplimiento el aplicar las llamadas políticas DEI (en referencia a Diversidad, Equidad e Inclusión). Es decir, no contratas a alguien por el valor que pueda aportar a la marca, lo haces siguiendo una serie de pautas inducidas por las políticas Woke, incluidas las llamadas cuotas de paridad.
En definitiva, las políticas Woke deciden sobre quién, como y cuando debes contratar a alguien. Lo que no hacen posteriormente es asumir los errores y pérdidas que puedan tener las empresas por esa toma de decisiones. No sabemos si los últimos problemas que está afrontando Harley-Davidson en su seno son fruto precisamente de estas políticas Woke. Lo que sí está claro es que la marca ha decidido dar un giro de 180º en esta materia, tal y como explica detalladamente en un comunicado emitido en la red social X:
“Durante más de 120 años, Harley-Davidson ha acercado la alegría del motociclismo a los motociclistas de todo el mundo, sin importar quiénes sean, de donde vengan o en qué crean. Tenemos un principio rector: United We Ride. Define cómo manejamos nuestro negocio, tratamos a nuestra gente y subraya nuestro compromiso de dar la bienvenida a todos.”
Concluye: “Nos entristece la negatividad que se ha generado en las redes sociales durante las últimas semanas, diseñada para dividir a la comunidad Harley-Davidson. Como empresa, nos tomamos este asunto muy en serio y es nuestra responsabilidad responder con claridad, acción y hechos”.
Posteriormente, enumera las nuevas medidas que tomará en lo sucesivo para volver a ser una marca centrada exclusivamente en las necesidades de sus clientes. Una decisión sin duda que ha creado gran controversia en EE. UU., pero que engrandece a la firma estadounidense por intentar batallar contra la ideología imperante en buena parte de occidente.
Fuente: soymotero.net
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